SAMA'
¿Música techno en Palestina? ¿Mujeres DJs en Ramallah? Pues sí, y tienen nombre y apellido. Sama Abdulhadi es una de las DJs más importantes del techno árabe. Nació en 1991 en Jordania, en una familia de orígen palestino, que se encontraba refugiada en Jordania. A los cuatro años tuvo que volver a Palestina y la violencia comenzó a formar parte de su vida desde entonces. “Siempre estábamos rodeados de soldados de la ocupación. Para nosotros que éramos niñxs, se convirtió en una parte de nuestro día a día. Los tiroteos interrumpían a menudo nuestros partidos de fútbol y teníamos que salir agachados corriendo”.
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La música fue una escapatoria a tanta violencia. A los 16 años, junto a un equipo de altavoces y una pequeña tabla de mezclas, empezó a montar fiestas de hip hop para jóvenes en Ramallah. El hip hop era su estilo antes de conocer su verdadera pasión: el techno. Descubrió este estilo durante un viaje a Beirut, y le marcó profundamente la sensación de libertad que lo rodeaba. El techno le transmitía una increíble sensación de no importarle nada, de dejar a un lado prejuicios y vivir el momento. Allí fue donde sintió la libertad como nunca antes la había sentido. Decidió que quería llevar esa música a su tierra natal, para que sus amigos pudieran evadirse de la realidad y los prejuicios, aunque sólo fuese por una noche. ¡Y qué de noches nos ha regalado Sama’ desde aquel día!
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Compaginó su carrera de ingeniería de sonido en Egipto con su hobby de DJ, montando “raves” en distintas ciudades de la región. En Palestina la vida nocturna y la escena techno era casi nula y dominada por hombres. Eso cambió con su llegada a la escena techno árabe, aunque reconoce que no estaría donde está actualmente sin el apoyo de su familia, la cual describe como “progresista”.
Sama no ha sido nunca una mujer con pelos en la lengua, y nunca se ha callado su descontento con el gobierno israelí. La DJ palestina es una gran activista de la causa palestina en sus redes sociales, e incluso se ha negado varias veces a pinchar en clubes en Tel Aviv como símbolo de protesta. Sama se ha visto afectada por este conflicto de primera mano, ya que proviene de una familia de refugiados palestinos.
¿Sabías que hay más de 5 millones de refugiadxs palestinxs en el mundo? Algunans de estas personas refugiadas lo son desde hace más de 70 años, cuando se inició el conflicto árabe-israelí, en 1948. Se enfrentan día a día a injusticias sociales. Por ejemplo, en Siria, viven en medio de una guerra, y la mayor parte de ellxs se enfrenta a restricciones legales y de derechos humanos.
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En varias entrevistas, Sama’ ha explicado cómo la música es un recurso en el mundo árabe que sirve para tener voz propia y expresarse. De hecho, ella considera el techno como una “herramienta de resistencia” que, aunque solo sean sonidos, explican una historia. “Sé que muchos me descubren porque vengo de dónde vengo. Me parece bien esa curiosidad. Para mí, la música tiene un lenguaje más universal y más útil que lanzar piedras.”
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