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CLASSICS

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Descubre la música que abuelos, padres, hijos y nietos han compartido y compartirán durante muchísimos años en Oriente Medio y el Norte de África. Los clásicos son piezas musicales que, al compartirlas, las diferencias y desavenencias desaparecen totalmente. ¿La música escuchada por millones de personas y durante años, algo diferente tendrá, verdad? Divas eternas y referentes sociales, nos interpretan piezas que nos hablan del amor, de la religión, de la sociedad, de la nación… 

No importa cómo te llames, de dónde vengas ni qué quieras; esta música seguirá siendo tuya y de todos durante mucho tiempo. 

FAIRUZ

Decía el escritor Hans Christian Andersen que, donde las palabras fallan, la música habla. Esta reflexión, a parte de hacernos ver el poder de la música, nos describe perfectamente a una de las artista más importantes en la cultura árabe de todos los tiempos: Fairuz.

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Nacida en el Líbano hace 84 años, Nuhad Haddad empezó su carrera gracias a un crítico musical que la descubrió cuando iba a la escuela. Ese crítico, Mohammed Fleifel, iba a ser después su primer agente y manager. Sin embargo, su pasión por el canto empezó mucho antes, cuando de bien pequeña recitaba versos del Corán para su família. 

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Una espectacular voz necesitaba a un buen equipo que la diera a conocer al mundo. Y ese equipo fueron los hermanos Rahbani, que empujaron a la jóven Nuhad al estrellazgo en toda la nación libanesa. Allí nació Fairuz, que en árabe significa turquesa, su icónico nombre artístico. Su primer éxito fue un single amoroso, Itab, y dió la vuelta al mundo. ¡Todavía hoy se sigue escuchando!

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Fairuz es más que una cantante, es un icono, una diva de la música árabe. Su figura se ha convertido en un símbolo nacional para el Líbano. El mayor logro de Fairuz ha sido ser capaz de llevar la cultura libanesa y árabe por todo el mundo traspasando fronteras, llegando a actuar hasta en Las Vegas delante de 16.000 personas en 1999. Es considerada la cantante árabe más importante todavía en activo. Si aún no la has escuchado, ¿a qué esperas? 

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Volviendo a la cita de Andersen, la música de Fairuz es poderosa, y ayudó al Líbano a unirse después de la guerra civil que golpeó al país en los años 70. Resulta que el Líbano es un país que ha sido siempre multireligioso, con dos importantes grupos mayoritarios: lxs cristianxs maronitas y lxs musulmanxs suníes. Francia, como ex potencia colonial, había beneficiado tradicionalmente a la religión cristiana en las estructuras de poder durante la independencia del país. Eso generó conflictos, pues el grupo musulmán era mayoritario en el país pero tenía poca representación política. La guerra tuvo, por tanto, un claro componente sectario por el reparto de poder entre los distintos grupos religiosos. 

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Esta guerra civil marcó la vida de Fairuz y del pueblo libanés, enfrentando a comunidades religiosas. Muchos ciudadanos tuvieron que abandonar el país, aunque también hubo gente que, como Fairuz, se negó. En la fase final del conflicto, Fairuz compuso letras excepcionales con el fin de unir a una nación para terminar el conflicto. La figura de Fairuz es un símbolo de la larga y dura reconciliación social que siguió. Fairuz es también un bonito ejemplo del poder de la música como forma de unión. ¡Más música y menos guerras!

UMM KULTHUM

Imagínate una persona capaz de congregar a más de 4 millones de personas en su funeral, capaz de ser una figura femenina imponente y sagrada en una cultura donde la mayoría lo son hombres, capaz de ser amiga del régimen y más tarde ser idolatrada por la revolución, capaz de ser escuchada 50 años después en todos los rincones del mundo árabe y seguir siendo “La Estrella de Oriente” como la habían bautizado. Umm Kulthum ha sido todo esto y más; hasta el punto de ser considerada una de las figuras más influyentes del siglo XX y una de las, sino la que más grande de la música árabe. Si no sabes quién es, sigue leyendo para descubrir una de las figuras más apasionantes de Oriente Medio. 

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El siglo XXI es el siglo de lo instantáneo. Lo que hoy está de moda, mañana ya estará anticuado. Contra todo ello, Umm Kulthum ha mantenido su legado y el pueblo egipcio la sigue venerando como si fuera la cuarta pirámide. Nació en una familia con pocos recursos, en 1898. Sus inicios musicales fueron muy curiosos. Su padre era imam de una mezquita, y ella cantaba versos del Corán. Lo curioso es que cantaba disfrazada de chico, ya que su padre no quería que su hija cantase delante de hombres que él no conocía. 

Pese a venir de una familia humilde, Umm consiguió abrirse camino y codearse con las más altas esferas nacionales de la mano del rey Farouk, el último rey egipcio. Pero entonces llegó la revolución en Egipto.

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Liderada por el entonces militar Gamal Abdel Nasser, que se convirtió en presidente en 1952, la Revolución de Julio cambió completamente la naturaleza de Egipto acabando con la monarquía. Con la revolución, mucha gente pronosticó el declive de la cantante por su vinculación al régimen pasado. Sin embargo, Umm Kulthum fue un símbolo que traspasó los límites de de la sociedad egipcia y muchas otras naciones árabes. 

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Como se puede ver, Umm Kulthum ha sido partícipe de grandes momentos de la historia de Egipto. Sin ninguna duda, si alguien ha sido, es y será escuchada desde Casablanca hasta Riyadh, esa es la inigualable Umm Kulthum.

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